Honduras está experimentando en estos momentos una resurrección futbolística importante. Tras clasificarse por última vez para una fase final de la Copa Mundial de la FIFA en la edición de España 1982, donde el equipo impresionó a muchos con un peleado empate ante la selección anfitriona, los catrachos han vuelto a hacer ruido para conquistar el pase a la edición de la competición que se disputa este año en Sudáfrica, junto con las dos superpotencias de la CONCACAF, Estados Unidos y México. Además de su tendencia alcista en el ámbito internacional, los hondureños han alcanzado también cotas elevadas en la Clasificación Mundial FIFA/Coca-Cola, con una progresión de tres puestos para comenzar el año nuevo.
Tras ascender tres posiciones (y 21 puntos) en la última entrega publicada del escalafón mundial, Honduras se ha afianzado firmemente como la tercera potencia dentro de la estructura de poder de la Zona Norteamericana, Centroamericana y Caribeña, justo por detrás de Estados Unidos y México. Con su 34º lugar en la general, aventaja en 11 a Costa Rica, la selección que se ganó el pasaporte para las dos últimas Copas Mundiales de la FIFA. La posición actual de Honduras es también más alta que la de países tan consolidados como Japón, República de Irlanda, Ecuador, Rumanía, Suecia y Escocia.
Los catrachos, considerados a menudo un gigante dormido en su región merced a su combinación de potencia física en bruto y de técnica innata, han experimentado últimamente un crecimiento constante. Una victoria en un amistoso ante Estados Unidos, obtenida el 23 de enero en las afueras de Los Ángeles, constituye la razón primordial de su última ascensión en la jerarquía mundial. Aquel 1-3 contra los hombres de Bob Bradley, quien alineó únicamente a jugadores que militan en la liga de su país, fue sencillamente impresionante, y manda un aviso rotundo a quienes se atrevan a subestimar a los centroamericanos en la gran fiesta del próximo junio en Sudáfrica.
Entre los goleadores de ese correctivo a los jóvenes estadounidenses figura un tal Carlos Pavón, máximo artillero con Honduras de todos los tiempos e integrante de un núcleo de jugadores hondureños de enorme talento. Se trata de un grupo de futbolistas que suscitan grandes esperanzas en un país, al parecer, con poco que celebrar últimamente, inmerso en una confusión política que acapara la atención informativa. El veterano Pavón, que milita en el Real España de la primera división hondureña, tras haber pasado por el fútbol español, mexicano y estadounidense, fue el máximo goleador de su selección en la fase de clasificación para Sudáfrica 2010, con 7 tantos en 9 partidos. Entre esas dianas, destaca por crucial la anotada en octubre en el choque a domicilio contra El Salvador (0-1), que dio a Honduras el tercer puesto de clasificación directa en la Zona de la CONCACAF.
El entendimiento de Pavón con el organizador de juego de los centroamericanos, Amado Guevara, es esencial para las pretensiones de Honduras de clasificarse para la segunda ronda, lo que supondrá un progreso con respecto a aquella loable eliminación en la primera fase en España 1982. También contribuirá a la causa un grupo de figuras afincadas en el extranjero, que aportan al equipo un toque añadido de distinción, como el veloz punta del Inter de Milán David Suazo, actualmente cedido al Genoa, y como el trío que milita en la Premier League inglesa: Maynor Figueroa, Hendry Thomas (ambos en el Wigan) y Wilson Palacios (Tottenham).
Con una refrescante combinación de potencia de cosecha propia, talento en bruto y elegancia foránea, los prometedores hondureños, guiados por el magistral estratega Reinaldo Rueda, valoran positivamente sus opciones frente a los peces gordos a partir de junio. “La actual selección es la mejor en la historia del fútbol hondureño”, ha declarado el defensa del Anderlecht Víctor Bernárdez a FIFA.com, mientras el equipo está listo para medirse al campeón de Europa, España, a Suiza y a Chile en el Grupo H de la cita sudafricana. “La calidad de las individualidades es mayor, y el entrenador ha sabido conformar una buena mezcla entre hombres experimentados y jóvenes jugadores con ganas de triunfar. Y arriba, nuestra pareja de delanteros Pavón-Suazo no tiene equivalente en la CONCACAF. Todos queremos enfrentarnos a una gran selección para demostrar al mundo entero que no estamos en Sudáfrica de vacaciones”.
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